Cada 19 de agosto se celebra el día mundial de la fotografía, porque en 1839 el gobierno Francés dio a conocer a la humanidad el invento del proceso fotográfico.

Sin embargo distintos procedimientos que fijaban una imagen en un soporte con elementos fotosensibles ya se conocían y practicaban en distintos lugares del mundo pero fueron institucionalizados y perfeccionados en Francia.

El invento de la fotografía, que nace de una cámara oscura modificada, vivió la vorágine de pasar del secreto a la masividad, en medio de intrigas y conflictos.

¿Quiénes fueron sus protagonistas y cuáles fueron sus primeras fotos?

La historia comienza en la antigüedad, en una época donde la luz penetraba en pequeñas aberturas de templos y las imágenes de lo que ocurría afuera podían visualizarse de manera disminuida, poco nítida e invertidas en paredes y pisos.

Las civilizaciones de la Mesopotamia, de América, el Antiguo Egipto y China conocían este fenómeno.

Pero les daban una utilidad religiosa y servían para organizar la vida en base al comportamiento de los astros, los tiempos de siembras y de cosechas.

Estas imágenes no podían fijarse en ningún soporte.

Con este conocimiento se comenzaron a crear maquinas, cajas y pequeñas habitaciones con el objeto de la observación de las imágenes, y despojándolas de toda significación religiosa, se utilizaron como apoyatura para el dibujo y el grabado en Europa.

 

 

 

 

Distintos ejemplos de cámaras oscuras y maquinas para dibujar.

Estas “cámaras oscuras”, junto a los avances de la química y la física en el siglo XVIII, y la utilización de las sales de plata (sensibles a la luz), fueron fundamentales para obtener distintas experiencias.

Los inventores en Inglaterra, Estados Unidos y Alemania lograron fijar imágenes de objetos y plantas en papeles sensibilizados con nitrato y bromuro de plata.

William Henry Fox Talbot, vinculado a la ciencia y a las artes, fue quien presentó ante la Royal Society de Londres un invento de un procedimiento fotográfico de estas características en 1839, habiendo realizado años antes diversas experiencias de “dibujos fotogénicos”: impresiones de negativos en papel sensibilizado para el estudio de la botánica.

Fijó las bases de una “escuela Británica de fotografía” que continuó John Herschel y Frederick Scott Archer.  

Si bien Talbot fue el inventor del calotipo (del griego “kalos” que significa bello) el mercado aprobó la belleza del daguerrotipo francés, por su calidad, nitidez y la posibilidad de lograr retratos.

Y Francia se apuró para ser la primera en dar a conocer el invento.

 

 

 

 

Calotipo de Talbot

 

 

 

 

The open door. Talbot (1844).

 

 

 

 

Calotipo de Talbot

La Academia de Ciencias francesa, en un acto solemne, a través de la intervención de Francois Arago, diputado, astrónomo y mecenas dio a conocer a la humanidad el secreto de la fotografía a través de los trabajos con la cámara oscura daguerriana en París el 19 de agosto de 1839.

Esa fecha se tomó como comienzo formal de la fotografía, pese a los experimentos anteriores de Talbot, Bayard, Schultze, Morse o Draper.

Louis Jacques Mandé Daguerre, pintor y decorador de teatro creador del “Diorama” (decorado móvil con luces y efectos de realismo) fue quien perfeccionó el método fotográfico y logro las influencias necesarias para vender al Estado Francés su invento de daguerrotipos.

 

 

 

 

Daguerrotipo de Louis Jacques Mandé Daguerre.

Sin embargo, se basó en los experimentos de Joseph Nicéphore Niépce, quien en 1826 o 1827 logró la primera fotografía, denominada “puntos de vista” o “heliografía” y con quien se asoció porque no tenía suficientes conocimientos de química.

La palabra fotografía quizás fue empleada por primera vez por el inventor y pintor Hércules Florence en 1833, pero se empezó a utilizar después de 1850, desplazando a los términos calotipo, heliografía y daguerrotipo.

Si bien Francia compra los derechos del procedimiento fotográfico y los dona a la humanidad, adquirir las cámaras daguerrianas, los manuales de uso y desarrollar el oficio de fotógrafo era unsa empresa extremadamente costosa.

Comprar un equipo de fotografía costaba 300 francos, que equivalían a 100 jornadas de trabajo de un obrero.

 

 

 

 

Desde 1824 Niépce utilizó el asfalto o betún de Judea sobre piedras litográficas ubicadas en cámaras oscuras y pefeccionó el método sustituyéndolas con placas de cobre y estaño.
Esta imagen corresponde a la primera fotografía que se conserva hasta el día de hoy en la Universidad de Texas (EEUU).
Es un “punto de vista desde Le Gras”. Esta realizada desde la casa donde vivía Niépce en el pueblo de Saint-Loup-de-Varennes en 1826-27 y fue lograda en una cámara oscura modificada. La imagen se fijó en una placa de estaño sensibilizada con betún de Judea expuesta a los efectos de la luz del sol por más de ocho horas o días.

 

 

 

 

Cámara utilizada por Niépce para lograr las primeras heliografías.

 

 

 

 

La segunda foto más conocida de la historia es el Daguerrotipo del Bulevar du Temple de París de 1838, fijada en una placa de cobre sensibilizada, y con una exposición a la luz solar de 10 a 15 donde se registra la silueta de un lustrabotas y su cliente y a pocos metros una persona con un sombrero.
Son las primeras imágenes fotográficas en donde se registran personas, aunque se duda de su espontaneidad, dado que no se descarta la utilización actores y modelos en las tomas debido a largo tiempo de exposición.

Los procedimientos fotográficos con material sensible a la luz se desarrollaron por pioneros en Estados Unidos, Inglaterra y Francia, pero la perfección técnica y los medios para dar a conocer el invento se efectivizaron en París luego de los esfuerzos de Daguerre de conseguir el financiamiento y de manejar cierto “tráfico de influencias”.

Tuvo la visión empresarial necesaria y el “marketing” para saber vender las “imágenes daguerrianas” como un producto de lujo para políticos, grandes comerciantes y militares de la sociedad francesa.

No se sabe con seguridad como adquirió el conocimiento del revelado a través de vapores de mercurio en el proceso del daguerrotipo ni cómo frenó las investigaciones del francés Hyppolyte Bayard sobre las imágenes fotográficas que podrían haber hecho peligrar su anuncio en la Academia de Ciencias en 1839.

La fotografía hasta nuestros días  arrastra ese resabio ligado a los círculos de poder, las intrigas y la búsqueda de fama y notoriedad.

Daguerre perseguía el reconocimiento a cualquier costo y muchos pioneros quedaron en el olvido.

Pero es la luz de la fotografía la que perduraría más allá de los nombres.