San Valentín va acompañado con una necesidad de un amor romántico de cuento.
Un inalcanzable.
Todo se vuelve extraño, marketinero, viral.
¿Hay fechas para amar?
¿Es necesario cuestionarnos el amor?
¿En qué o en quiénes pensamos todos los 14 de febrero?
Naturalizar que el amor es rosas, bombones y osos de peluche me parece anacrónico y hasta diría peligroso. La necesidad de mostrar el amor como un cuento donde hay príncipes que rescatan princesas nos aleja de la realidad en donde la búsqueda del amor (Eros) en este caso, debería ser la búsqueda de un/a compañero/a de ruta. A veces dura toda la vida, otras veces, solo un trecho de nuestro camino. Hay tantas y tan variadas formas de amor que no entran en el cliché que nos muestran las vidrieras que, en ocasiones nos resulta difícil pensarlo y re pensarlo de otra manera.
Quizás la fecha sirva para reflexionar sobre todo esto, sobre cuanto hay de cultura de cliché y si nos sentimos identificados con esta forma de amor.