Alejandra vive en Bariloche hace más de 20 años y realiza fotografías vinculadas a temas sociales siempre difíciles de abordar. En ciudades donde el turismo, los paisajes y la fauna representan la belleza de lo esperable, “La Tana” como es conocida en las redacciones, nos muestra el contrapunto  visceral y menos glamoroso de la Patagonia. Desde los años 90 viene trabajando de manera documental con las comunidades originarias y con la problemática del acceso a los recursos naturales.

Lewis, Elías Garay, Santiago Maldonado, Rafael Nahuel y muchas otras historias nos llegan desde adentro, a cuentagotas, por profesionales como ella.

Una militancia que rinde sus frutos en la profundidad sus fotografías.

 

¿Quién es Alejandra Bartoliche?

Trabajo con el fotoperiodismo y la fotografía. Sufro todas las peripecias de este país que va y viene. Soy una trabajadora.

A la izquierda, las fotos de Alejandra Bartoliche son exhibidas en el Concejo Deliberante de Viedma. A la derecha, Serbastian Vricella, vicepresidente de ARGRA es entrevistado por Luis Diaz para Telam.

¿Qué desafíos plantea trabajar en una ciudad como Bariloche?

Es un lugar turístico, con noticias locales, que no escapan a los conflictos sociales, ni políticos de la generalidad del fotoperiodismo. Quizás esta ciudad al ser uno de los puntos más visitados del país, se considere per se una ciudad para vacacionar y nada más. Pero tiene sus zonas de conflicto que incluso repercuten en recursos naturales, minería, tierra, comunidades…

Patagonia tiene varios temas complejos como “la cuestión mapuche”, “la cuestión del agua”, “la cuestión de Lewis” que son los temas que a mí me interesan desarrollarlos y mostrarlos.

¿La tecnología ayuda?

Hay una tecnología que nos apoya y a veces podemos salir de los grandes medios y en redes sociales podemos mostrar cosas que en un diario no se muestran de la manera que uno quisiera. Es un problema histórico. La Agencia Magnum Photos (de las primeras cooperativas de fotógrafos) se funda por esa razón, porque las fotos eran manipuladas según el medio. No estoy de acuerdo con las objetividades, cada uno hace un recorte de la realidad.

La Agencia Magnum Photos aparece para que los reporteros gráficos puedan intervenir en las noticias.

Charla de Alejandra Bartoliche en el Concejo Deliberante de Viedma, un dia antes de la inauguración de la muestra anual de ARGRA en el Centro Municipal de Cultura.

«La Tana», Luis y  «Tibu» Ochoa

¿Nuestra profesión está mutando?

Después de los 90 con el avance del neoliberalismo reventó la economía en todo el mundo y la gente se quedó sin laburo. Se instaló el “cuenta propismo”. Había ingenieros manejando taxis…

Los medios pequeños del interior tenían un fotógrafo y empezaron a darles cámaras digitales a los periodistas. Y se planteó que vendieran publicidad para sustentarse.

Como trabajadores sufrimos eso, el fotoperiodismo se diluyó ahí. Antes teníamos que saber revelar-copiar y con las nuevas tecnologías se avanzó pero se afectó a los gremios y ahora “todos pueden hacer todo”.

Agregále a eso que en los últimos 10 años la tecnología se volvió superlativa y muy accesible.

El tema puntual es la remuneración por el trabajo. Hoy tenés gente muy joven de 25 a 40 años que sabe manejar redes sociales, que saca fotos con un Iphone y filman, y es un combo que no está mal pero no se cobra lo que vale.

Algunas empresas lograron con eso reducirle el salario a quienes desarrollan todas esas actividades y eso es lo preocupante.

Me parece bárbaro que alguien pueda hacer todas esas tareas pero me parece valido que ese trabajador tenga la remuneración correspondiente.

Hay una responsabilidad y aprovechamiento de las empresas y también falta de conciencia de los laburantes de lo que representa la multitarea.

¿Te marcaron los años 90?

En los 90 me quede sin laburo. Trabajé en un estudio jurídico, vendí neumáticos, trabajé de cajera, vendí sahumerios por la calle.

Ahora la tecnología es accesible, cuando yo me pude comprar mi primera cámara digital fue en el 2002 y eso me permitió en ese momento tener un “hándicap” que otros no tenían.

Hoy tenés un iphone, y podes laburar, no necesitas una inversión enorme.

Pero en los reporteros gráficos o en los fotógrafos profesionales no es así, uno tiene que tener lentes que son muy caros. Este es el juego en esta situación.

Se resiste como se puede, yo estoy en FATPREN y SiPreBA, pero no tenemos gremio propio.

Por suerte los reporteros gráficos tenemos a la ARGRA. Más allá de que no es un gremio nos nuclea y de alguna manera nos protege.

¿Crees en los trabajos colectivos?

Se puede construir con cualquiera, el tema es el narcisismo. Se construye desde lo colectivo en cualquier ámbito, y también hay mucho trabajo colectivo emergente pero me gusta cuando firman sus fotos.

El anonimato cuando es una foto complicada y conflictiva le resta valor al fotógrafo.

Somos de una generación que peleábamos para que nos pusieran el nombre en las fotos. No solo por una cuestión de autor sino por ser responsables de la imagen que estábamos haciendo. Eso fue peleado por la ARGRA (Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina).

Esta bueno saber quién hizo una foto y hacerse cargo de lo que uno hace aun en ciudades pequeñas.

Precisamente es ahí en donde más vale. Hay una posición.

Bariloche, Cuesta del Ternero, Diciembre 2021.

Fotos: Alejandra Bartoliche

¿Cómo empezaste a fotografiar a las comunidades mapuches?

En los años 90 me vine a vivir a Bariloche y en el 90 y pico vino después de muchos años la machi Teresa. Hicieron una ceremonia en el Lago Mascardi y ahí tuve mi primer acercamiento y después me fui metiendo en lo que fue el conflicto Benetton – Santa Rosa – Leleque.

En Esquel más al sur, en Gobernador Costa fui invitada a parlamentos donde se realizaban encuentros con distintas comunidades de la zona.

Comencé a darme cuenta de la lucha preexistente. Me pareció que era uno de los temas importantes de la Patagonia, no por una cuestión costumbrista sino por una cuestión política y social de exterminio de pueblos originarios en Argentina en general, no solamente los mapuches.

¿Es difícil siendo “local” cubrirlo “desde adentro”?

Hay gente que vino a vivir a Bariloche y cubre ese tema, en Esquel pasa lo mismo. Creo que los medios hablan tantas huevadas que cuando llegas a las comunidades “se pone picante la historia”. Si vos empezás a laburar y querés mostrar estos temas de una forma emergente o autoconvocada, no estas manchado por los medios hegemónicos.

Es muy difícil para un reportero gráfico que sea del lugar ingresar a las comunidades o tener un acercamiento más allá de su postura ideológica.

Tiene que ver con años de estar adentro de las comunidades. He trabajado para Clarín, colaborado en La Nación y Pagina 12. Y por supuesto desde hace 24 años en Télam. Las comunidades supieron siempre, en el caso de una nota puntual para quien trabajaba. Jamás lo escondí ni lo negué. Eso creo que también me acercó a la gente.

Yo tengo una posición, esta es mi manera de ver el mundo, con todas las contradicciones. Va más allá de “lo fotográfico”.

Bariloche, Cuesta del Ternero, Diciembre 2021.

Fotos: Alejandra Bartoliche

¿Las fotos pueden cambiar algo?

No sé si alguna vez lo hicieron pero me parece que es un aporte para la visibilización de algo. Hay fotos emblemáticas e históricas. Hay un libro extraordinario de Susan Sontag, que se llama “Ante el dolor de los demás” que habla precisamente de las fotografías de prensa.

 Me parece que es un texto esencial para alguien que le interese el tema del documentalismo, fotoperiodismo, etc.

Los que se compran una cámara y viven de otra cosa, los que sacan esas fotos y las distribuyen en sus redes en un conflicto tan complicado como este y tan peligroso, donde hay vidas de familias y niños en juego. Ahí ya no importa quien hace la foto, para esos las redes son excelentes. Con un celular podes contar algo, o podes ver como sacan a patadas  de manera compulsiva a una comunidad.

El tema es donde se para cada uno a la hora de contar algo.

Contáme lo que significó publicar las fotos que hoy se exhiben en la Muestra de ARGRA 2021…

El contexto era el de la recuperación de la comunidad mapuche de Quenquentrew. Yo estaba yendo regularmente a un acampe que duró un mes aproximadamente y en un momento sucede que lo lastiman  y lo asesinan a Elías Garay y le disparan a Gonzalo Cabrera. Este juicio está probado y los responsables están presos. Pero aún no se resuelve el tema de la tierra.

La primera foto es el acampe con ese cerco de fuerzas de seguridad y la segunda es cuando bajan el cuerpo de Elías Garay.

Esa fotografía me trajo problemas porque algunas personas de la comunidad no querían mostrar ese momento.

Rio Negro, Diciembre 2021. En medio de un conflicto que llevaba más de un mes en Cuesta del Ternero, es asesinado Elías Garay y sufre graves lesiones Gonzalo Cabrera, de la comunidad mapuche de Quenquentrew.

Foto: Alejandra Bartoliche

 

Bariloche, Cuesta del Ternero, Diciembre 2021. Las comunidades mapuches despiden el cuerpo de Elías Garay. El crimen y las graves lesiones que recibió Gonzalo Cabrera en la comunidad mapuche de Quenquentrew se produjeron en medio de un conflicto que llevaba más de un mes en esa zona de la Provincia.

Foto: Alejandra Bartoliche

 

¿Qué importancia documental tiene mostrarla?

Esa foto era importantísima, se veía mucha gente acompañándolo. Eso era lo que yo quería mostrar porque Elías estuvo 24 hs asesinado en el campo. Habían entrado dos personas a la comunidad y después Elías estaba muerto.

Salió publicada en la agencia Telam en la cual yo trabajo y después en los medios abonados y ahí se armó quilombo.

Después la publique en mis redes y la voy a publicar cada vez que pueda.

¿Todavía sigue generando polémica fotografiar la muerte?

No solo la muerte, sino los asesinatos y los desalojos. Fijáte lo que sucedió en el último desalojo en Mascardi en la comunidad Lafken Wuinkul Mapu donde asesinaron hace unos años a Rafael Nahuel sin un solo detenido por ese crimen.

En cuanto al asesinato de Elías Garay tomé la decisión de cualquier reportero. No era una foto morbosa, al contrario, fue una procesión de mucho dolor de personas trasladando un cuerpo tapado, por supuesto. Había que mostrar ese momento que es un documento, lo sigo sosteniendo hasta hoy y me trajo  problemas con algunas personas que me escracharon en redes sociales de manera anónima.

Yo publico las fotos con mi nombre y apellido.

Bariloche, Cuesta del Ternero, Diciembre 2021.

Fotos: Alejandra Bartoliche